viernes, 21 de mayo de 2010

Suave canesú. 7



Después de aquel episodio decidimos separarnos por un tiempo. Al fin de cuentas, lo único que tenemos de parecido es que a los dos nos gusta codearnos con la misma gente. Para ser totalmente franca, también nos vinculaba cierta compulsión por copular, sobre todo, si estábamos neurasténicos. En general, coger un poco y mecánicamente, nos tranquilizaba bastante. Por eso costaba tanto ponerle un punto final a la relación. Aunque lo que terminó por decidirme fue su masticación. Puedo tolerar que mastique, pero el ruido es cosa. Los últimos meses era inaguantable tener que oír cómo molía y deglutía los alimentos. Llegué a armar un cuadro de doble entrada: en una columna el tipo de comida que trituraba y en la otra, la clase de ruido que provocaba ese alimento. Con ello me aseguraba de no tener en la heladera aquellos comestibles que más me hostigaban. Por ejemplo, las manzanas, el pollo y las zanahorias. Snob tenía prohibido decir “la boca se me hace agua”. Cuando alguien usaba esa frase, me imaginaba la secreción de saliva en respuesta a la estimulación de la mucosa bucal y me entraban ganas de vomitar. Nunca pude soportar esa imagen. Tampoco estamos tan de acuerdo con Saer cuando decía que “la industria cultural se ha degradado tanto que ya no es cultura”. Hay que hacerle el juego al mercado sin pasarse de la raya. Hace unos días murió un amigo nuestro, de sobredosis. Yo fui al velorio, como corresponde, y hasta llevé una corona con la esquela: "aquí sigue descansando...", pero Snob prefirió inventar una excusa. Es poco afecto a mostrar sus sentimientos. Y en un funeral, ya se sabe, no te queda otra que llorar o cagarte de risa. Nos pasó en el de Fernando Peña: nos divertimos a lo loco. Lo cierto es que no hay que caerle antipático a los intelectuales. Si te pasa eso, te sepultan para siempre. Como le pasó a Sábato. Nunca va a ser reivindicado por nadie. Lo que lo terminó de sepultar no fue “Sobre Héroes y Tumbas” sino su almuerzo con Videla. Ni siquiera le sirvió que John Malkovich haya comprado los derechos de la novela; al pobre Sábato lo enterraron para siempre. Con Snob somos bastante fanáticos de él. Vimos varias veces “El poder las tinieblas”, una versión del capítulo “Informe sobre ciegos”. Hubiese estado bueno, de todos modos, que Malco (¿) adapte la novela completa. Pero es evidente: también él se dio cuenta que rescatar a Sábato es un mal negocio. Está bien que al almuerzo también fue Borges. Pero eso es harina de otro costal. Ya se sabe lo que piensa Borges: “Le agradecí (a Videla) personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia". Nadie, por otra parte, tiene que rescatarlo de ningún lado: bien derechito está ahí en el panteón cag/nónico. A Sábato sí, aunque es una operación arriesgada hasta para Malkovich: “Es imposible sintetizar una conversación de dos horas en pocas palabras, pero puedo decir que con el presidente de la Nación hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos y vinculados con los medios masivos de comunicación. Hubo un altísimo grado de comprensión y de respeto mutuo, y en ningún momento la conversación descendió a la polémica literaria e ideológica y tampoco caímos en el pecado de caer en banalidades”. De dichos así no se sale bien parado nunca. Me pregunto si a tipos así se les para. Tampoco es que me importe tanto. Siempre dijimos que el menú fue armado con buen gusto: la entrada, budín de verduras, puntas de espárragos, salsa blanca y golf; luego unos ravioles con salsa de tomate, de postre: ensaladas de frutas con dulce de leche o crema. Horacio Ratti lo describía así: “tomábamos excelentes vinos servidos de botellas envueltas en su conveniente servilleta blanca”. Por lo menos, el presidente de la SADE, tenía buen paladar. Pero además de estas cosas, de las que charlábamos con frecuencia, no nos unía más que el sexo más brutal y salvaje. Y es sabido que pasado el tiempo, la carne te empieza a aburrir. El día que nos separamos hablamos sobre el significado del amor y acordamos que si all you need is love, entonces ya te podes imaginar todo lo que cuesta. Es más barato invertir en otros rubros. Por ejemplo, desde que me separé de Snob y alquilé mi lindo departamento, voy al gimnasio todos los días, como más sano y voy sola al cine. Ese sencillo acto me llena de satisfacción. Hace años que no iba a ver porno a las salas de Lavalle y estaba bastante desactualizada en la materia. Poco a poco me estoy poniendo al día para aprender los nuevos códigos del levante callejero. Con Snob nos seguimos viendo, obviamente. Y seguimos haciendo lo mismo que antes, pero en casas separadas. Lo que me da un poco de bronca es que desde entonces habla en tercera persona. Es una costumbre rara y no entiendo todavía cuál es el juego. Es como si no existiese o peor, como si yo no estuviera ahí. Me irrita todavía más que desconozca las cosas que vivimos juntos. La última que se mandó fue decirme “Snob nunca vivió con ella”. Me dejó muy mal toda una tarde. Después se me pasó, porque, por suerte tengo muchos amigos que se visten tan bien como él y me hablan de cosas interesantes. No vaya a ser que crea que porque desaparece así, de repente, se acaba el/mi mundo. Por favor… si hasta ahora pude vivir tranquilamente con su presencia ausente. O al revés.

5 comentarios:

  1. sin palabras!!! sublime (ah si, es una palabra)

    ResponderEliminar
  2. "Llegué a armar un cuadro de doble entrada: en una columna el tipo de comida que trituraba y en la otra, la clase de ruido que provocaba ese alimento. Lo mejor de este capítulo...

    Se nota un cambio de ritmo en la narración, ¿se viene un cambio de rumbo?

    ¿Por qué todos insisten en la indiferencia a Sabato? Un amigo me dijo lo mismo cuando le conté que estaba leyendo sus novelas...

    Saludos...

    ResponderEliminar
  3. Cada vez mejor y mejor!
    "si all you need is love, entonces ya te podes imaginar todo lo que cuesta"
    Aplausos

    ResponderEliminar
  4. Hola Laura,

    Te quería agradecer por el comentario.
    Fantástico tu blog.

    Seguimos en contacto

    Abrazo

    ResponderEliminar
  5. Anónimo: gracias totales.
    Fran: Hola, no nos conocemos pero es un placer que te pases. Y sí, se viene un cambio de rumbo...
    Lo de Sabato, comparto. La intención era poner en evidencia esa lectura del sentido común, tan proclive a la clasificación. No? Un beso!
    Socia: jaja..cuesta, pero se puede comprar. :)
    Cristian: GRACIAS!!. Nos seguimos "viendo!. Saludos!.

    ResponderEliminar

Se dice de mi...